11 junio 2010

La ausencia de Carlos en la Quebrantahuesos

Carlos Pinazo, todo ilusión, todo energía.

Todo el año entrenando, planificando salidas largas con otras más cortas pero intensas, conversaciones llenas de ilusión, puertos subidos en busca de sensaciones, kilómetros y kilómetros, llamadas de teléfono, correos, mensajes, discusiones, almuerzos, barritas energéticas, agua, pinchazos, caídas, lluvia, frío, calor, frenéticos descensos, algunos ataques, muchas risas, horas y horas y horas... Todo esto y mucho más, y no puede venir a la Quebrantahuesos.

Carlos, mi cuñado, se fue a jugar a fútbol hace una semana, justo después de un fin de semana en el que se fue el sábado desde Valencia a Teruel con su peña dels Falcons, para volver al día siguiente: 300km en dos días. En una jugada en aquel partido, se le salió el hombro. Él lo contaba con la pasión con la que vive todo: "Fui a evitar un gol y la postura al caer fue rara, noté un crack, pero antes de ver que estaba el hombro descolocado me fijé que la pelota se fue fuera". ¿Y qué más daba si aquella pelota entraba o no? Maldito gol que evitó.

Los Falcons, subiendo uno de los puertos de la Marcha de los Siete Picos, en Requena.

Carlos es una baja importantísima para la Quebrantahuesos, para els Falcons, para sus hermanos y para mí. Este tío es capaz de transmitir una ilusión bestial antes de esta cita, pero sin embargo, dice que estará allí al pie del cañón brazo en cabestrillo, haciendo de aguador, con una nevera llena de líquidos, plátanos, comida, barritas y sobre todo, gritos de ánimo que yo, si ahora mismo los visualizo en aquellas rampas del Portalet, se me ponen los ojos vidriosos, porque en ese momento en el que te flojea todo, una cara conocida, un grito de ánimo, lo es absolutamente todo.

Ayer lo ingresaron en el hospital La Fe de Valencia y hoy sabrá si lo operan o no, y cuándo. Él insiste en que estará en aquel puerto. Los que lo conocemos esperamos con ansias saber si finalmente nos podrá gritar aquello de "¡venga, que no te queda nada!", para desde ese punto hasta la cima ir como un avión, espoleado por su grito, el de mi hermana y mi mujer, pese a que no nos quede ni un gramo de fuerza. Todo ilusión y fe en él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos mira a veure com t'ho fas però hem d'estar alli animant tots junts. Nevereta, gorra, entrepans i a repartir líquids i cridar. Molts ànims i besets cunyat! t'estimem!

La Pepa

jordi dijo...

Anims carlos, se que has estat entrenant molt i aixo es lo mes important. No pots correr la carrera pero estas fet un bou com tots els teus companys que van a fer-la. L´any que ve estaras ahi per a fer un bon temps.
Saludets.