09 octubre 2009

El 9 d'octubre y la valencianía



El 9 d'octubre es el día de los valencianos porque se conmemora la entrada a la ciudad de Valencia del rey Jaume I en 1238. Se celebran procesiones cívicas con personalidades (ahora cualquiera es una personalidad) de la política (¿honestidad?) y la cultura (¿folclore?) valencianas, manifestaciones nacionalistas (¿blaveros versus catalanistas?) y festejos que recuerdan las tradiciones de la tierra. También es hoy Sant Donís, conocido como el día de la mocadorà, una tradición valenciana que consiste en que los novios o maridos regalan un pañuelo de seda con figuritas de mazapán a sus amadas y, de paso, llenan las cuentas de los panaderos -bien merecido- que, por otra parte, adornan sus locales con telas y colores.

Entre tanta flor y nata de la valencianía, yo me pregunto como valenciano desde que nací allá en Castilla la Vieja si tiene algo de sentido este festival. ¿Qué es sentirse valenciano? Aquí hay una polémica que los de mi generación y mucho antes y mucho después vivimos sin descanso y vamos acumulando, año tras año, mala leche y algo de rencor. Y es que la valencianía entendida por el poder político azul vigente de su Comunitat incluye ostentación, flores, barracas, campos de golf, urbanizaciones, falleras, naranjas y paellas y una buena dosis de anticatalanismo y españolismo. Nosaltres, més.



El problema es más grave de lo que parece, porque la sociedad valenciana, digan lo que digan, ni se siente como tal ni sabe para dónde mirar. Están los valencianistas, conocidos como blaveros que defienden su tierra y su manera de hablar como lengua propia, lejana a ese catalán del imperio del Norte que les quiere invadir; luego están los que defienden su orgullo valenciano con simplicidad (que no simpleza), y enarbolan la bandera de su cariño sencillo y sin estruendos del somos falleros bueno y qué; un poco más allá están los neutrales, a los que depende de cómo llueva ese día (y ya se sabe que en Valencia caen chuzos de punta...) están con unos o con otros, ni sí ni no ni todo lo contrario, y para no liarse más olvidan la polémica y se dedican a ver pasar el asunto; en el otro extremo de todo esto encontramos a los que, sin pretender separarse de nadie ni ser una nación propia, apuestan por una naturalidad sin complejos de ver una lengua que, con matices, es la misma que la de los catalanes, y que con eso nadie invade a nadie ni hay intentos por ser peor o mejor que nadie; al extremo absoluto de todo esto están, finalmente, los que cogerían los bártulos y abrazarían las tesis catalanistas con todas sus consecuencias, en parte también porque, cansados de tanto blaverismo y tanta folclórica estupidez, consideran que el tren catalán es más próspero, más serio y menos de pandereta y pasodoble.



Entre todo esto, el lío está armado. Yo he ido a manifestaciones catalanistas cuando iba al instituto y tenía más ganas de guerra que Jaume I cuando entró en la 'terreta', luego me he unido a los moderados conforme mi mente moderaba los impulsos, y hoy pienso que, harto de todo esto, así se las compongan los ches con sus batallas. Al final, el asunto es aburrido y cansino, con la lucha de la banda azul o sin ella, de si Comunitat, País, Regne o papanatadas de ese nivel, y entonces me relajo en mi Andorra actual, pensando que sí, el valenciano debe de ser diferente al catalán... por eso, como valenciano hablante que soy, en el medio de comunicación en el que escribo allá en los Pirineos, en catalán, no me entiende nadie... ¿no?



Y no hablo de Canal 9, porque en este punto me hierve la sangre.



Castellón, Valencia y Alicante, son tres provincias extremadamente bellas como para destrozar el encanto con guerras de guerrillas. Y no hablo de campos de golf ni preciosas y abarrotadas playas. Hablo de montañas, de cielo, de vegetación y colores, de pueblos perdidos y zonas maravillosas, donde el catalán, el valenciano, el español o la madre que los parió a todos, viven ajenos al mundanal ruido. Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà.

6 comentarios:

Marcel dijo...

Tal com diria Jose Mari Aznar:
"no la vida des mot,
sinó la pel dets song.
L'entelament der mong
a la vatlle dets mots"

Iago Andreu dijo...

Doncs jo, tal com diria en Marcel, proposo que Catalunya li declari la guerra a Andorra, la perdem (que d'això en sabem força) i que el Principat se'ns anexioni com a vuitena parròquia. I si els valencians i els mallorquins volen venir, doncs benvinguts.

Mary dijo...

Rafa, me quito el sombrero, no podrías haber descrito mejor lo que muchos pensamos. Estupenda tu reflexión.

Anónimo dijo...

Estic molt d'acord amb la meua amiga la "ticher" i et done les gràcies per haver expressat tan bé el que molts pensem. Però, sembles un poc relaxat amb el tema, allà dalt al país de la prosperitat.

Rafa dijo...

i tant que relaxat!! Aquí passe d'eixes mogudes, però n'hi ha d'altres, eh? Per cert, que no sabem qui és l'amiga de la 'ticher'

Anónimo dijo...

"el tren catalán es menos de pandereta y pasodoble"?? El valenciano, catalán, el vasco, el andaluz y el de Valladolid.
Deja que los blaveros piensen lo que quieran. Y eso no quita que el día 9 sea el día de Valencia, de Vinaròs a Torrevieja, aunque hablen en mexicano