31 mayo 2010

Es que son 230.000km de pirateo

Me vais a acusar de sentimental, pero es que cuando lo vi allí arriba pensé en sus 230.000 kilómetros recién cumplidos, en tantos años de confianzas, de carga, seguridad y velocidad. Tantas cosas juntos...

El otro día, saliendo de Altea por la autopista, de repente, un ruido fuerte y continuado me asustó. Paré en el arcén primero pensando en que había pinchado, y allí estaba yo con el chaleco reflectante mirando las ruedas, y nada, el capó, y nada, los faros, y nada, y luego los bajos, y allí, arrodillado en el asfalto, vi que se le había caído una pieza, una tapa inferior, que colgaba. A 80km/h, evitando así arrastrarla y también el estruendoso ruido, llegué a un taller donde lo colocaron todo en su sitio, por cierto sin cobrarme.



Y míralo, allí solo, sabiendo que es mayor, un veterano, pero consciente de que estará un tiempo con nosotros, dando caña. Ya no le quedan tapacubos del flanco derecho, ni los plásticos de salida de aire de los frontales, ni el símbolo de Seat del morro, el embellecedor izquierdo de un antinieblas que nunca tuvo hace años que no está y por el que asoma un tubo que nadie se ha preguntado nunca de dónde viene ni para qué sirve, está lleno de rascones y además tiene la parte derecha del frontal hundida de un golpe... Pero aguantará.

Porque es de amo ciclista, de esos que sufren y que dicen que la cuesta siempre llega a su fin.

Y entonces, me vino a la cabeza la Canción del Pirata de Espronceda:

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:

Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

4 comentarios:

Mary dijo...

Home, que és un cotxe...

Rafa dijo...

sé que es un coche, pero déjame fabular... jeje

Anónimo dijo...

Eh! Eh! Eh! No és un cotxe, és el cotxe. Què mono és... eh? I que dure!

La Pepa

Anónimo dijo...

QUE GRANDE ERES RAFA. ME ENCANTA ESE POEMA. TE MANDO UN ABRAZO GORDO Y OTRO PARA PEPA. CUIDATE MUCHO HERMANO. ZORI