02 septiembre 2009

¡Vuelvo a sonreír!

Hoy ha llegado el día después. Tras 74 días fuera de juego por una montonera maldita, por un escafoides pejiguero, por un cúmulo de mala suerte, he vuelto a pedalear. Ha sido este mediodía, de 14.00 a 15.00, una hora escasa de rodaje, una ida y vuelta a la frontera con España, un visto y no visto que al menos me ha servido para saber dos cosas: 1, que la mano está bien, pero no perfecta; y 2, que la inactividad no perdona.

La mano ha respondido bastante bien, pese a que en cierta postura agarrado a las manetas siento dolor si balanceo la bici. Más que dolor, molestia. Si voy cogido del centro como si estuviera subiendo un puerto, no duele ni afecta en nada. Eso significa que, la semana que viene, en Valencia en las salidas que haga o pueda hacer, si me atacan, que lo harán, tendré que responder, que lo haré, a ritmo, y nada de brusquedades. Es decir, dejemos a Perico de lado, y cojamos el tren del veterano Armstrong, por hablar de estilos.

¿Y las piernas? Las piernas como la pata de palo del pirata cojo con cara de malo. Pero es cuestión de tiempo ponerlas a tono. Antes de que venga el frío.

¡Sonrío!

3 comentarios:

Raul dijo...

Me alegro Rafa!!
Disfruta en Valencia! y ahi, claro! Yo al final voy a estar mas de 3 meses sin tocarla (tiene todavia puesto el dorsal de la QH). Nos vemos

Mary dijo...

Bien, bien.

El Tito de S. dijo...

¡Como un campeón! Me figuro que harás rehabilitación. Procura entrenarte bien que luego te puedo ganar y te puede entrar la pájara, jajá.
Un besazo para ti y otro para Pepa.