27 mayo 2009

Los Siete Picos, por Raúl López



Hoy le voy a dar voz a Raúl López, el mulo sevillano que se vino a hacer la Siete Picos. Es del equipo de triatlón de la Universitat de València. Esta es su crónica y sus fotos.



"Ya sé que, más o menos, y siete años después de una salida así, creo que puedo con una marcha cercana a los 200 km, aunque acabe 'cascaete'.

Salimos a las ocho y algo del sábado Rafa, Andy (un amigo de 'La Naranja Mecánica') y yo dispuestos a terminarla. Yo por lo menos. Pero como salimos separados en la salida, un poco más y ni coincidimos.




En la primera subida (Pico Negrete, 5 km al 4.6-6.4%), nos encontramos por fin tras los primeros 25 km. Por fin, conocí a Rafa (un placer, la verdad y buen compañero de fatigas). Tras ese primer envite, tras un terreno favorable, llegamos al pantano de Benagéber (¡impresionantes vistas!) y el primer avituallamiento sólido, empezamos el segundo puerto (Mataparda, 6 km al 4.6-7.6%). Con vistas a ese pantano y muy chula la subida. Andy se quedó un poco y creíamos que nos cogería en el descenso hasta Tuéjar, pero ese terreno no era del todo bajada y decidimos que a partir del duro y tercer puerto, el del Remedio (9 km al 5.1-10.9%), cada uno como pudiese hasta la meta. Empezamos a subir y en los 2 km del 9.9 y 10.9 % me dejé todo el arroz y pasta de la cena del viernes y desayuno del sábado... ¡qué duros se me hicieron! Rafa dice que no se me ocurra ir a la Quebrantahuesos con el 39x21, que me rompe la bici. Espero tener ya burra nueva, a poder ser más ligerita y con otros desarrollos... Nos volvimos a avituallar al terminarlo, bajamos un poco y... terreno rompepiernas durante 28 km (cuarto puerto: Peñas de Dios).







Ahí fue donde me fundí. Rafa tirando como los holandeses en la Paris-Roubaix, cazando y descolgando a gente en un tramo de arena, piedras, baches, agujeros... Hasta que le dije "tira p´alante que no puedo seguirte". Se fue solo y empezó otro calvario. Llego a la subida final de ese puerto y no puedo bajar al plato pequeño. Me tuve que bajar y poner la cadena con la mano. Al coronarlo, y comer y beber de nuevo 'a saco', voy a poner el plato grande para la bajada y oigo en la maneta 'clanck'. Hala! cable roto y los 70 km que faltaban con el plato 'chico'. Ya desde el principio me iba fallando y tuve que hacer varios repechos con el 53, con el consiguiente gasto innecesario de fuerzas...







A partir de entonces, me pasaban a 50 km/h en las bajadas e intentaba meterme detrás de los grandes o de algún grupillo para no perder mucho. En los tres últimos puertos, ya iba a ritmo. Tenía que acabar como fuera y los mas cercano posible a las 7 horas (diploma de oro). Tras subir Chulilla (quinto puerto de 5 km al 3.6-7.6%) cogí a Rafa en el avituallamiento. Me dijo: ¡mulo!, un piropo, ¿no Rafa?, jeje, y después en Chera me alcanzó (sexto con 11 km, entre un 1.5-6.2%, interminables). Pero ahí ya ni Aquarius, ni bebida energética, ni plátanos, ni nada. Pedaleaba con el automático y en las bajadas me las veía para mantenerme en el grupillo, del que, cómo no, tiraba Rafa.







El último puerto, ¡por fin! Requena, séptimo y 5 km al 2.9-4.9%. Rafa y yo empezamos descolgando al resto del grupo, pero tras el primer km mis patas dijeron basta. Rafa se fue y yo lo subí por mis c... Me pasaron ocho o diez, y al final llegué solo a meta, ¡con el último km en Requena con adoquines!



No tenía ni hambre, pero me comí el plato de pasta con una sonrisa por volver a sentirme ciclista (y/o cicloturista). Muy buena la experiencia, ¡aunque el año que viene iré a mejorarla!

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