26 marzo 2009

Un beso, un click

Hay momentos en que uno desearía de nuevo viajar a Coca (Segovia), subirse a las torres de su castillo y jugar con el sol y con ella. Abrazarla y sentir el calor de su cuerpo mientras el sol nos acompaña entre piedras legendarias. Allí, incluso, nuestros labios se juntan y sentimos ese cosquilleo en la nuca que baja por la espalda mientras el sistema nervioso se reactiva, recibe una descarga y nos llena de vida.

En ese momento suena el click de la foto.

2 comentarios:

Mary dijo...

Pero que tontíííííííín...

Anónimo dijo...

Mira que es fácil.