En realidad, todo cabe en un mismo saco. El primer caso me sirve para constatar con alegría que el pueblo aún es capaz de levantarse contra sus dirigentes, sean estos dictadores o democracias falsas o democracias bien vistas por el resto de hipócritas jefecillos occidentales. Este caso, llevado con suma mala mano por los gerifaltes locales -bajan el precio de los alimentos básicos, dicen, para callar a sus súbditos...- me lleva directamente al segundo, en el que espero que esas rebeliones sucedan en nuestro territorio, sea o no con la gente en la calle en masa, contra la gentuza que lleva traje y corbata y que siempre tiene un micrófono a un palmo para decir y hacer la mamarrachada más gorda. Este segundo caso, mezclado con el primero, me lleva al tercero, que no es más que lo sucedido de entre tantos que ocurren y que luego se ve el plumero de la realidad. Se incendia una zona -nadie sabe cómo, y en todo caso con el tiempo se olvida-, se denuncia entonces que se quiere pasar una línea de alta tensión por allí y que qué casualidad, y en unos meses -no tienen ni vergüenza para dejar pasar los años y disimular- se abren los plazos para las expropiaciones como trabajo inicial para empezar a hacer el proyecto que ya había planificado, antes de la quema. ¡Acabáramos!
Propongo una tabla de ejercicios: vea usted un informativo o lea declaraciones de los políticos de esas en que se tiran pestes los unos a los otros. Primer ejercicio: ¿Cree usted que toda esa batalla nos lleva a algún sitio? Segundo ejercicio: ¿Podría decir en qué se parecen las luchas de poder de hoy en día en las de los señores feudales de hace cientos de años? Tercer ejercicio: ¿Tiene usted la convicción de que es creíble todo esto? Cuarto ejercicio: ¿Qué sensación le produce que una ministra de defensa, el presidente de un gobierno autonómico y sus secuaces se presenten con cara de pena en la zona afectada por el incendio y meses más tarde permitan que se lleve a cabo el proyecto sospechoso de estar detrás de la quema? Quinto y último ejercicio: Intente no votar.
4 comentarios:
Lo triste es que los bomberos siempre lo comentan, el 90% son provocados y yo diría que de esos 90% el 89% es por dinero, quizá el 1% es por algún pirómano loco...
Es muy triste, la verdad, pero eso sí, mientras no nos toquen el coche y nuestro piso, que hagan lo que quieran. Así nos va.
Trist, molt trist i indignant sobretot. Se de gent d'agullent que va arriscar les seues vides per intentar apagar l'incendi i això encara em rebel·la més. Crec que no ens podem quedar com si res. La nostra revolta particular també ha de ser possible.
Rafa:
Tu fuerza expresiva y tu espíritu de juventud y de revuelta son envidiables. No es fácil que esa conciencia individual vaya haciéndose colectiva, pero pienso que irá abriéndose paso, a pesar de tanta falsedad, encubrimientos, e intereses y poderes bien asentados.
En cuanto a los incendios, por propia experiencia, ratifico que el 90% son rovocados de forma intencionada y premeditada, con cartuchos de caña y mechas largas incluidas. Al menos ha sido ha ocurrido por las sierras y el andévalo de Huelva durante un tiempo.
Moriré pensando que un día un fuerte colectivo se levantará en rebelión contra tanta hipocresía.
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