22 febrero 2010

Semana antológica

La semana pasada ha sido un escándalo. Lunes una hora de bici estática, martes, miércoles y jueves, cinco horas cada día de esquí, viernes salida monumental de bicicleta de montaña por el Pirineo, por las montañas de la Seu d'Urgell y la Serra del Cadí y su parque natural Cadí-Moixeró.




La salida de btt solo fueron 36 kilómetros y unos 900 metros de desnivel, pero muy atractivos. Primero el paseo plano de cinco kilómetros, perfectos para calentar, por la pista paralela al rio Segre, desde La Seu d'Urgell hasta Alàs, donde enfilamos una recta hacia arriba para meternos en el pueblo, llenar algo de agua y encaramarnos por el puerto que sale de Alàs dirección a la ermita de Santa Maria de les Peces.


Paco y Rafa en Santa Maria de les Peces.

De allí se sigue subiendo dirección Vilanova de Banat, un pueblo encantador bajo el risco del Cadí, amenazador siempre allà en lo alto, y más en estas fechas en que el blanco de la nieve lo llena entre sus rocas. Para llegar a Vilanova salimos de la pista y cogemos un tramo muy corto de carretera, tan mal asfaltada que se confunde con la pista. Antes de salir al asfalto rugoso, unas vacas en el medio del camino y toda la mierda que ello conlleva nos hacen remar sufriendo... sufriendo por no poner el pie en el suelo entre ese palmo de moñigas que las ruedas, inevitablemente, sí sufrieron.


Paco, en la entrada a Vilanova de Banat


Rafa, a medio camino de una dura pista, tomando algo de aire.

En Vilanova dimos la vuelta al pueblo, llenamos agua y enfilamos por las pistas nevadas, ahora sí, y que ya nos acompañarían hasta el descenso, más allá de la zona más alta, Lletó, a unos 1.500 metros.

Algunas miradas al mapa, un pinchazo y más de un resbalón y más para arriba y sin fin. La ascensión se hizo larga y pesada porque al final la nieve impidió la circulación, y tuvimos que arrastrar las bicis un par de kilómetros. Al final, coronamos, vimos Lletó (una casa, dos a lo sumo, y derruida), y hacia abajo por encima de una capa de nieve que estaba por encima de una capa de hielo, con lo cual tuvimos que descender con las manos en los frenos, un pie en la cala y otro fuera pendiente de tocar suelo en seguida que se detectara una falta de agarre, lo cual pasó varias veces. Al final una caída para cada uno, sin más consecuencias que contusiones con el hielo en las caderas, y llegada a la Seu sin más dolor que el frío en los dedos, que dejó algunas manos como trozos de madera inertes.


Dani y Rafa, consultando el mapa.

Salida antológica donde las hubiera, no sólo para repetir, sino que ha provocado en mí el despertar definitivo en esta pretemporada invernal tan larga y preocupante, lo que viene a significar que el mapa de pistas que obtuvimos para saber por dónde ir, habrá que investigarlo a fondo. Y hay más de treinta rutas diferentes.


1 comentario:

José Vte. dijo...

¿Semana antológica...? ¿Cinco horas de esquí, un día, dos, y tres...? Tú no trabajas... A este paso te veo entrando en el cajón el día 7 en la Ciudad Condal...