09 mayo 2011

Bici urbana

El niño de la silla cantaba alegremente sacando la sonrisa de su madre y de quien les seguía.

Algunos de los mejores momentos ciclistas que recuerdo son urbanos, unos de día, y los mejores de noche, cuando todo el mundo duerme y no hay tráfico, ni gente, ni otras bicis, y sólo estás tú y tu montura, paseando con toda la tranquilidad del mundo disfrutando del fresquito de la madrugada en tu cara. Muy placentero. Extraordinariamente placentero.

La bici plegable de mi padre, una fiel amiga.

De hecho, en la pasada visita a Valencia hubo un par de noches que en vez de ir hacia el punto de destino por el camino más corto, daba un rodeo considerable buscando este o aquel carril bici, la calle de las Barcas toda para mí, la avenida del Puerto o la calle Sorní y el giro por Colón, calle Xàtiva, San Vicente y el barrio del Carmen, o la vuelta completa a la plaza del Ayuntamiento, dándola simplemente por el placer de hacerlo...

Mi mountain bike, envuelta en la fresca noche valenciana, después de un día lluvioso.

Nadie excepto mis pedales sobre el asfalto. Maravilloso. Me venían a la cabeza aquellas noches de frío intenso en pleno invierno cuando salía de trabajar de Superdeporte a la una de la madrugada y volvía a casa en lo que era, sin ninguna duda, el mejor momento del día.

Esos paseos me aportan calma.

El ciclismo urbano, ya sea con una bici plegable, con una de carretera, con una híbrida, con una de diseño o con una mountain bike reventada, sin duda me aporta una gran satisfacción. Lejos quedan aquellos piques infernales de alocados adolescentes sorteando el intenso tráfico para llegar al Mercado Central antes que Dani, Paquito o Patxi. Eran otros tiempos.

4 comentarios:

cms dijo...

Esto me hace recordar mi época de ir a clase de alemán a última hora, que volvía a las 10 de la noche. Una temporada de una mala profesora pensaba que lo mejor de ir a clase era el paseo de vuelta en bici por la ciudad, de noche, tranquila... pza. ayuntamiento, las Barcas, Navarro Reverter, y carril bici por Avda. Aragón y Blasco Ibañez. Era un placer excepto los días de fútbol, que los coches aparcaban en el carril bus... recuerdo un cabreo considerable un día bien cerquita de donde te has hecho esa foto.

(¿Te has cambiado las gafas?)

cms dijo...

"aparcaban en carril bici", no bus. Lo del bus fue otra cosa. Un lapsus...

Rafa dijo...

Me he cambiado las gafas. Sí.

El Tito de S. dijo...

Mira la Carmencín lo que nos descubre... :o)