06 mayo 2011

La dignidad por los tobillos

Vale que uno tenga que ganarse la vida. Vale que estamos en crisis y a veces hay que agarrarse a un clavo ardiendo. Vale que buenos son unos euros. Vale que hasta nos dejemos explotar. Pero una cosa es trabajar, y otra perder la dignidad.

Este tío, que lo saco de espaldas aunque tengo fotos de su cara, no perdía la sonrisa así tal cual estaba, con la ropa por los tobillos y su publicidad de "nos bajamos los pantalones". Todo el mundo lo miraba y sonreía, tal vez por su osadía, tal vez por su falta de vergüenza tan bien llevada. Aquel hombre repartía publicidad tan feliz, sabiendo que estaba haciendo algo tan digno como trabajar.

Para los que no lo sitúen, estaba justo en la salida del metro de Colón de Valencia, allá por donde un sábado como era ese día, pasan miles de personas entre tiendas y demás. La jugada de publicidad, todo sea dicho, es de una eficacia innegable.

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