21 abril 2010

De Panorámix a César emperador


Las vueltas que da la vida: Un irreductible galo, camino del trono de Emperador romano.

Cuenta Raúl López en su blog (linkado en esta misma página) que en los metros finales no miró atrás. Recuerda Raúl, sin embargo, cómo sí lo hizo Fermín Cacho en una situación similar, aunque no igual, en la final de los 1.500 metros de los Juegos de Barcelona, la más memorable de las carreras que nadie haya podido vivir nunca ante un televisor. "No mires atrás", se debió de gritar Raúl a sí mismo, concentrado como estaba en el arco del triunfo que para él suponía subir al podio del Campeonato de España de duatlón. No lo hizo, sino que, ceñudo y esforzado, tiró de garra para ser el segundo de su grupo de edad (30-35 años), y el cuarto de la general, a sólo cinco segundos del tercero, en una carrera de 10km corriendo, 40 en bici y otros 5 de nuevo a pie.


En el ansiado podio.

Cuenta Raúl que cuando cruzó la meta se le vinieron a la cabeza muchas cosas, pero seguro que imaginó a sus padres y a su hermano viéndole allí, como hacía años cuando corría en ciclismo con los balas sub'23, entre los que estaba, si no me desvío, un tal Alejandro Valverde. Imaginaría Raúl a otras muchas personas observando su monumental carrera, el espectáculo de su táctica, listo, perspicaz con los detalles, siguiendo a quien tenía que seguir, dejando hacer cuando tocaba, dando el do de pecho cuando era menester, pero ante todo esforzándose en su propia progresión.


En la misma meta, un Panorámix que ya era César quiso reflexionar.

Panorámix sabía que seguramente había descansado poco, que él, concienzudo como nadie, no se había alimentado excesivamente bien en los últimos días, y que seguramente eso le pasaría factura. Pero el cuerpo no es máquina si no manda la cabeza, y ésta, que es la reina, dicta sentencia. Nuestro druida, que venía de varias carreras en las que se había visto tan cerca del podio, no pensaba en malas comidas pasadas, en descansos no del todo asimilados, ni siquiera le daba vueltas a una temporada realmente exigente. Él sólo pensaba en el podio. Y entonces la reina dijo que era el momento, y fue cuando él apretó los dientes, no miró atrás, y pese a que no fue primero como Cacho en el Estadio Olímpico que lloraba a lágrima viva, sí fue segundo en Gijón, donde no estaban muchos de los suyos, pero donde sí estaba el espíritu de la mayoría, los cuales sentimos una profunda emoción ante una pantalla de ordenador insulsa, lejana en el espacio, que nos abría un documento que decía "Raúl López, segundo clasificado en el Campeonato de España de duatlón".


Raúl intuyó de inicio que estos dos que tiran del tercero iban bien en bici, y acertó.

De Panorámix a Emperador romano hay un trecho muy difícil de superar para los irreductibles galos. Pero hasta Raúl, galo, druida y veterano, ha conseguido atravesar el umbral. Ave, César.


Esta foto la pongo porque la cara de satisfacción del tío de Raúl es memorable.

1 comentario:

Raul dijo...

Muchas gracias Rafa!!!!!
Sé que tú y much@s os alegrásteis como yo por la carrera y la medalla y, que aunque no estábais físicamente allí, os recordaba y me animábais en mi "reina".
Un abrazo fuerte