En una escena, Van Cleef, que interpreta al coronel Mortimer, dispara en su huida (recordemos que huida va sin tilde, según las últimas normas de la RAE) a un fugitivo para cobrar la recompensa. El malote cae al suelo al otro lado de la calle, pero se levanta pese al dolor y se gira, pistola en mano, hacia Mortimer. El coronel, pausado, tranquilo, como si nada, va montando un pistolón de dos piezas mientras el malherido le dispara desde la distancia. ¡Pum! Y la bala da en el suelo a 10 metros de Mortimer. ¡Pum! Y este disparo da a cinco metros porque el tipo se está acercando lleno de rabia. ¡Pum! Y la tercera bala choca con la arena de la calle a menos de un palmo del buscarecompensas. Y nada, éste, que ya se ha calzado el pistolón, apunta, dispara y da en la misma frente del malote que no aprovechó su oportunidad -porque no la tenía tan larga- y cae de espaldas salpicando de tierra la cámara que está en el mismo suelo. Todo esto, con planos de escándalo y musiqueta y la esencia del cine.
Otra escena. Clint contra tres tipos en un pueblo perdido, la calle desierta y la musiquilla de fondo: tutiiiiiiiiiii, tuuuuuuutiiiiiiii, tutiiiiiiiiiiiii, tuuutiiiiiiiiii. Un clásico de los duelos. Primerísimos primeros planos de los ojos de Clint, convencido de sus posibilidades, vacileta como ninguno, y luego esos planos en los ojos de sus tres rivales, con idéntico sentir fanfarrón, mascando algo, moviendo levemente los dedos en tensión cerca del revólver. A la izquierda de la calle, una escena casi bucólica... un chico intenta coger unos frutos de un árbol: Clint cambia el geto, saca la pistola y tiro a tiro va bajando del árbol una, dos, tres y las manzanas -o lo que fueren- que hagan falta para demostrar su puntería. Siguientes planos: primerísimos primeros planos de los ojos de los tres rivales que le cortan el paso a Clint: ahora hay dudas, se miran de reojo, y en el siguiente plano abierto echan marcha atrás y se esconden en las esquinas a toda prisa. Irresistible.
Pero es que también vi "El Golpe". La peli en sí es brutal, pero me centraré en una escena: el tren donde se juegan partidas de póquer de alto nivel económico, con el gángster Lonegan (Robert Shaw) en liza y nuestro amigo Paul Newman plantándole cara haciéndose el borracho maleducado. Le llama Lonigan, Lineman y lo que haga falta hasta cabrear al malote mientras, de paso, le saca los cuartos haciendo trampas: "¡Mi nombre es Lonegan!", le dice el enfadadísimo gangster, "recuérdelo bien si no quiere que juguemos a otra clase de juegos". Catacrac.Por favor, por favor. ¡Me encanta!

2 comentarios:
Y si encima eres guapo y lo sabes y tienes ese toque de sinvergüenza encantador...uf, triunfas.
Ese es Newman, ¡magnífico!
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