11 diciembre 2008

¡Pistaaaaaaaa!


Ya ha llegado la hora de dejarse de zapatillas de correr. O no. El caso es que es época de esquís. Es como si nos obligaran, hay que hacerlo. Subimos, esquiamos unas horas y volvemos a casa, descansamos, y esperamos al día siguiente para vuelta a empezar, si se puede. Este año ya nos hemos estrenado. En la primera bajada yo probé mi casco nuevo un par de veces. Ya os digo que va bien porque mi cabeza, después de los leñazos, está intacta, o eso creo... Sólo pensaba en mis rodillas cuando daba vueltas en mi propia nube de nieve. Qué miedo.

Sólo fue un susto. Un aviso de que hacía meses que no practicaba, claro. Ahora ya va todo rodado y, aunque nunca seré Alberto Tomba, puede que esté cavando mi propia 'tomba'... qué chungo soy, qué poca chispa, qué gracejo, qué alboroto, me pido el perrito piloto (¿un perrito piloto?, ¿pero eso qué es? Estos poetas de tres al cuarto...). Mejor dejo de autohumillarme y espero a que suene el teléfono para que la gente me diga aquello de "¿hay sitio en tu casa?". Eso sí, corren el riesgo de quedar como Luis, Patxi y Begoña en la siguiente foto. Muertos. ¡No me aguantan nada!



'Sus' vais a enterar. ¡Pistaaaaaaaaaaaaa!

No hay comentarios: