25 octubre 2008

El día en que caí en Zagreb


La escultura de Petrovic que recibe al visitante

Hace tiempo que no actualizo esto. Hoy lo voy a hacer con algunas imágenes de Zagreb, la capital croata en la que caí un día casi sin querer, llevado por un partido de fútbol, Croacia contra Andorra, de resultado conocido de antemano. Fue un viaje interesante, porque me acerqué más a mis compañeros o colegas andorranos, o como se les quiera llamar, pero sobre todo porque me metí en una ciudad del Este de Europa después de veinte años sin hacerlo. En verdad, todo es diferente desde entonces, claro, porque en aquel 1988 yo tenía diez años y lo veía todo de otra manera y, al entrar en Hungría, militares rojos subieron al autobús kalashnikov en mano. Aquello era el final de un ciclo. Hoy es otra historia.

Os dejo videos del centro de Zagreb, y alguna foto que hicimos fuera del estratosférico museo al ídolo nacional, Drazen Petrovic, jugador de baloncesto que llegó a la NBA (en aquellos tiempos no era como ahora, que van hasta los españoles) y que murió en un trágico accidente de tráfico. Un ídolo de la época en que mis amigos del cole y luego del instituto y yo seguíamos a Magic Johnson, Michael Jordan, Divac, Petrovic y, por supuesto, a Epi.

También tuvimos la oportunidad (ser de la prensa hace que se abran puertas) de entrar en la pista de la Cibona de Zagreb, un equipazo que ganó en su día dos Euroligas y que ahora no pasa precisamente por su mejor momento. Ver aquella pista vacía impresiona, porque uno se imagina allí a miles de personas apretando al rival y animando a su equipo y se te ponen los pelos de punta. La Cibona, qué grande.






En la plaza de la catedral


En el centro de Zagreb


Dentro del tranvia


Edificios

4 comentarios:

José dijo...

Vaya viajecito guapo te has "cascao", hamer. Saludos.

Jose Abril

José dijo...

Por cierto hamer, en la foto con tu sobrino parece que estéis cantando la internacional...je, je, je... Arribaaaaa pariasss de la tieeerraaa....Un abrazo

Rafa dijo...

jajajajajaja, pues no era la intención, jajajaja

Mary dijo...

Qué barbaridad, Rafeta, así, como quien no quiere la cosa, toma viajecito. Y yo que me alegro.