23 octubre 2012

Doble capa de


Cuando se acaba una, se empieza la otra. Se llevan bien. Saben que el amor que siento por las dos es idéntico. La una me acompañó desde siempre, la otra es más joven para mí, pero ambas son la crema de la vida. Sin ellas, no serían lo mismo esas meriendas de tarde libre, y tampoco esos desayunos entre cereales y zumo de naranja, con el cuchillo de pala dándolo todo. Aún no he dado el paso de la cucharada, y mis esfuerzos hago para evitarlo. Es tradición untar el pan al gusto. Como diría Luis, un 'doble capa'... ya estoy salivando.

3 comentarios:

Ricardo Cabrera Cosano dijo...

Jajajaja... Por la cara, yo también soy Nocillamaniaco!! Me encanta... Por supuesto, sólo de un sabor, lo contrario es un sacrilegio!! Ah, y con vaso de tubo de leche fría sin más! :)

Luis dijo...

Creo que mañana, cuando vaya al supermercado, me dejaré caer por la sección chocolates...

Rafa dijo...

el mezclote de nocilla blanca es denunciable. estoy de acuerdo.