26 julio 2011

El niño que corre entre las ruinas

Viendo esta imagen de arriba no pude evitar el viaje en el tiempo a Marathon, aunque la instantánea sea de Turquía y actual. Parece esto la Grecia antigua, donde algún valiente soldado, Filípides de nombre (Pheidippides o Phidippides, dependiendo de la fuente), le dio por darse un atracón de kilómetros para avisar a los suyos de que los persas estaban cayendo en una dura batalla. Los griegos, esperando en Atenas la ira persa que pretendía arrasar la ciudad, violar y matar a sus mujeres y degollar a sus niños, languidecía de pena porque no había noticias del campo de batalla.

Filípides tuvo que correr, según la leyenda, los 42 kilómetros que separaban ambas ciudades, para informar a los atenienses de que no debían desesperar, sino tener paciencia, porque la victoria, aunque se alargaba en el tiempo, era griega. Cuentan algunas fuentes que lo hizo tan rápido por salvar a su pueblo, siendo como era un simple mensajero, que cayó exhausto al cumplir su objetivo.

Tal vez el niño que corre feliz entre tanta piedra vieja no sepa esta historia, pero parecía en la imagen emular una de las leyendas de la historia, la que más unida está sin duda al deporte, y la que todo el mundo reconoce como la carrera de las carreras, los 42,195 kilómetros más heroicos del planeta, que salvaron a un pueblo, y que emocionan hoy a millones de personas que cada día sueñan con cumplir la distancia, como hiciera aquel valeroso Filípides sin saber que siempre sería recordado.

1 comentario:

Jose Vicente dijo...

Uy uy uy ese gusanillo...

...que si aún quedan plazas para la Media de Valencia...

...me da que ya no tienes vuelta atrás... Suerte!!