08 julio 2011

Dani, el segundo en el Aneto

La espinita clavada, el Aneto, ya es del Dani como lo fue de Ricky hace un tiempo. Levanta los brazos y sonríe con toda la expresividad que le llega de su alegría, porque desde hace mucho tiempo, casi diría que desde los 15 años, hemos hablado del Aneto, o ha estado en el ambiente, cuando él y yo fuimos con sus padres a los Pirineos, tan pequeños y tan creciendo, cabreteando por algunas laderas soñando algún día con coronar aquellos 3.404 metros de altitud que parecían de gran alpinista y gente dura. Un sueño que ha logrado sin esperarme, pero ya está bien que sea así, porque él sabe que el paso de Mahoma será para mí un gran obstáculo, y necesitaré su apoyo y experiencia para superar mis miedos cuando vea el suelo tan lejos, allá abajo.

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