19 febrero 2008

La maratón, por José Vicente Belda

Yo aquí no tengo nada que decir. A mí me ha emocionado leerlo y espero que a vosotros también. Es lo que vivió Belda:

"Un Maratón es lo más grande para un atleta, sea popular o no. Da igual que lo acabes en un tiempo o en otro, lo mismo da, lo has acabado y punto. Con menos tiempo de esfuerzo y más intenso, o con más tiempo y el esfuerzo más repartido. Esta hecho. Así que lo primero animarte para que pruebes, eso sí, con la preparación adecuada los tres meses antes, si no se puede hacer muy duro, y lo sé por los muchos cadáveres que fui recogiendo en el tramo final (hasta 250, entre abandonos y adelantados).
Aquí estoy, por fin sentado después de un fin de semana de no parar, con cumpleaños la tarde-noche anterior en casa y comida celebración post-maratón ayer tarde. Hoy, Chumillas me ha dado permiso para librar. Tampoco me hacía mucha falta, je je.
No sé si te comenté, que la intención era salir a ritmo de 5'15''-5'20'', buscando la referencia del práctico de 3h45, pero éste no se presentó en la salida, aunque luego sí que lo vi más atrás. Además, la salida fue un poco caótica, pues por delante tenía al práctico de 4h15, con el que fui en el primer tramo, al tran-tran. Al final como verás en los parciales el ritmo se mantuvo más o menos bien, y el muro tardó en aparecer. Te desmenuzo mi carrera.
PRE-MARATON. Después de los típicos preparativos la noche antes (mochila, reloj con medidor de vueltas y parciales recién cambiada la pila de milagro dos días antes), madrugón y coche hasta los aledaños del estadio. FInalmente, me fié de mis viejas compañeras de caminos de tierra y asfalto, más amortigadas y anchas para evitar problemas de uñas, las ASICS con 600 kms en sus suelas. Primera decisión acertada. Al llegar a la salida, dejé la bolsa en los camiones guardarropía, última meada antes de salir, estiramientos, y mínimo calentamiento, pues ya tendría los 10 primeros kms para calentar... Por cierto, también mirando al cielo, ya que la meteorología, pese a salir nublado, y aparecer el sol a mediodía pero tímidamente, se mantuvo con una ligera brisa y entre 10º y 16º. Dudo si probar a untarme con vaselina los dedos de los pies, por si acaso, pero confío en mis entrenamientos largos e intuyo que no me haría falta. Segunda decisión acertada. Ya recomiendan NO PROBAR NADA en la Maratón. Me sitúo con el tiempo justo en la línea de salida y a esperar el pistoletazo.
KMS 1-10. La salida de una primera maratón es indescriptible, se te pone la piel de gallina, te emocionas, no sabes cómo te va a ir pero confías en todo lo trabajado hasta la fecha. Globos al aire, banderas, la marcha triunfal de Aida, de Verdi, pancartas de ánimo, camisetas volando (abrigo temporal para la salida)... Primeros metros en que te dejas llevar por la masa, a ritmo de 6', hasta que se van abriendo huecos. Seis gigantes nos reciben por el km1 (luego repetirían en al 7, 10 y 18), se empiezan a hacer grupos a un mismo ritmo, pero yo voy a mi marcha, sin fijarme en nadie, y observando por el crono que la cosa se estabiliza en torno a 5'27 y 5'35. Buen ritmo, pienso, mejor empezar descansado, sin apretar. Es la primera, toda una desconocida, y hay que acabarla. La marca es lo de menos, ya tendremos más ocasiones para planificar estrategias. Km 5, avituallamiento líquido, decido tomar puesto que el último sorbo había sido en casa, hora y media antes, y a partir de ahí, cada diez kms, repetiría (15, 25 y 35), saltándome los decimales (10, 20, 30). Km 8, esponjas, paso de ellas, haría lo mismo toda la carrera, no las conozco y no sé cómo funcionarían. Dicen que son un arma de doble filo. Primer diez mil en 55'54'' (muy lejos de los 43'30'' de Galápagos, pero qué coño, esto es una Maratón).
KMS 11-21. Abandonamos la zona de Campanar y nos adentramos en la ronda de Tres Forques y Cementerio (circuito habitual de la Media de Valencia) y que recorreríamos tres veces. Me pego a un grupo de tres chavales que llevan buen ritmo (uno de ellos habitual de carreras de montaña) va de acompañante hasta el km 25 dice. Voy junto a ellos, muy cómodo, y mejoran los parciales, mientras vemos pasar en el otro sentido los grupos de cabeza de carrera. Llegamos a los túneles de la Pechina, 'mingitorios' también llamados, y pasamos la MEDIA MARATÓN a la salida del túnel con las Torres de Serranos enfrente en 1h55'35'' (Los tiempos son los de mi reloj, no los oficiales; es decir, los reales, como especifica también en el diploma). En el túnel anterior, una chica se retira llorando desconsolada, pero bien arropada. En otra ocasión será.
KMS 22-30. En el avituallamiento del 20 decido no tomar agua, por lo que adelanto un poco y me pego a un buen grupo de Alcàsser, con los que aguantaría hasta el 25, en el que se quedan atrás. Sobre el 23, en el puente de las Flores, punto estratégico que había apuntado para decidir si seguía o abandonaba en función de las sensaciones, compruebo que voy sensacional, y que el paseo por Valencia está siendo agradable. No me lo creo. SIGO. En el 35 tenía otro punto estratégico, junto a la familia y al lado de casa, pero ya hablaremos de ese. Enfilamos Blasco Ibañez, tres kilómetros con un poco de viento de cara. Ocasión para charlar con un portugués un rato (en Tres Forques, antes, lo mismo con una pareja romana), y ver cómo la Valencia en coche coge un cabreo monumental por los locos estos que solo corren una vez al año para prestigiar una Maratón y una ciudad lo mismo que la F1 y la America's Cup, pero esto no va con ellos. Espectacular al mediodía el colapso en Cardenal Benlloch, salida Barcelona! El portugués se queda atrás y sigo solo toda la zona de Los Naranjos, hasta Serrería. Decido beber un poco de isotónico, dos tragos, no más. Había cierta sensación de hambre, pero las fuerzas acompañaban.
KMS 31-38. Dicen que por aquí anda el muro. Pero el muro depende de varias cosas: la exigencia que tengas, el entrenamiento previo, la motivación... Todas ellas permitieron que siguiera vivo todo este tramo, a ritmo constante, pese a ir ya en solitario, dependiendo únicamente de mis fuerzas, sabiendo que en el 36 me esperaba Patricia, mi mujer, y algunos amigos, conocedores de que ese punto era decisivo y crucial para mí. Sonrío para la foto y les digo que acabo, que me esperen en el estadio. Llevo ya 3h17' de carrera y estoy en la soledad del Bulevar Sur, entre la subida del túnel de los anzuelos y la subida del puente sobre las vías, que se les atragantó a más de uno. Ahí empecé a ver los primeros cadáveres. Veo una pareja a buen ritmo y me engancho a ellos un par de kilómetros, hasta que me acuerdo de una conversación oída kms atrás. "El muro aparece en cualquier momento". Aflojo, vuelvo al ritmo constante de 5'30''.
KMS 39-42. Pese a retomar el ritmo constante, este no duraría mucho. Comienzo a flaquear, ¿será el muro? Decido bajar el pistón. Acabamos de pasar Archiduque Carlos, quedan 4 kms. Retirarme ni se me pasa por la cabeza. ¿Parar y andar? Ni loco. Esto hay que acabarlo corriendo. Que para una vez que me dan un dorsal bonito -2992-, que puedo guardar junto a una medalla y un diploma... y ya que hemos llegado hasta aquí... Sigo. Adelanto a uno que estira en compañía de un chaval: calambres. Aquí ya no hay estrategia. Es el sálvese quien pueda. Acabar como sea. Bajo a 5'50'' y 5'54'', pero al ver el estadio y enfilar el último kilómetro vuelven a salir las fuerzas y aprieto, entrando en el estadio, lleno de gente, con un ritmo cómodo que apenas me permite concentrarme en el momento. Sé que voy a acabar. Tartán, alfombra roja, meta, el crono (03:52:27), un beso al anillo (va por ti, Patri), y un recuerdo al cielo (y por ti, papá -habría cumplido ese día 67 años-). Y un cúmulo de sensaciones indescriptibles se acumulan en mi memoria, mientras me ayudan a quitarme el chip, recojo los regalos, estiro un poco, en la ducha, al buscar a mi familia (problemas de tráfico les impiden verme entrar, ...dita sea), da lo mismo, me abrazo igual a mi mujer... Qué grande: ya soy maratoniano. (Un recuerdo para Filípides)".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya lo dije en la presentacion de la carrera: Hacer tres horas largas en una marathon es muy buen tiempo, y acabar es algo increible, mira cuantos "cadaveres" (menudas expresiones teneis) se quedarón en el camino. Una marathon no es para todos.