08 abril 2008

Cuando un perro se cruza en tu camino...

En las últimas semanas no hay suerte. Ayer lunes se confirmó. Bajaba con la bici por una carretera valenciana terciaria, entre naranjos, sin coches ni ruidos, solo muy solo, cuando un perro atravesó la carretera. Lo vi, y no pasó nada, pero al segundo can, pese a verlo, no lo pude evitar. Con la rueda delantera le di justo en el centro doblándole la columna, yo salí volando cayendo en el asfalto con la cadera derecha y luego de espaldas hasta que me frené. Las consecuencias están en el parte médico: "Escoriaciones en zona glútea derecha, contusión en la cadera con movilidad completa y no dolorosa. Deambulación normal". Sólo discrepo con la doctora R. Garcia en una cosa: eso de contusión no dolorosa hay que matizarlo. Y bueno, aquello de la deambulación suena a borrachuzo, aunque es cierto que en cierta manera me tambaleaba por el hospital de Xàtiva dando el cante vestido de ciclista.

El susto fue morrocotudo porque yo nunca había volado tanto tiempo y había hecho esquí de cuerpo sobre asfalto. La velocidad que llevaba antes del impacto sería de unos 40 ó 45 por hora, con lo que mi salto mortal con tirabuzón salió niquelado. He de agradecer al cullotte que hiciera lo posible por mantener mi culete fino -aunque no lo consiguiera- y a los guantes de invierno decirles que sí, que alguna vez los tenía que retirar, aunque fuera sólo por el gran trabajo al conseguir que siga teniendo palmas de la mano y no costra. También agradezco a mis cuñados Jose y Amparo, y a mi sobrino Pablo, que la eternidad del hospital menguara con su presencia, aunque fuera por la casualidad de encontrármelos en puerta de urgencias por culpa de los dolores estomacales de ella. Un abrazo.

Por lo demás, tengo magulladuras muy leves en los brazos, y en cuanto a la equipación, el cullotte tiene un agujerillo muy mono en la nalga derecha, y la chaqueta de invierno roja tiene a la altura del homoplato derecho un agujerón del tamaño de una pera, aparte de múltiples rasgaduras en la manga. El bendito casco, incomprensiblemente, tiene tan solo un leve rasguño, y la bici... la bici está para ingresar. De hecho, ingresará en Andorra con pronóstico reservado mañana mismo. La llevaré a la tienda y el parte ya lo avanzo: Manillar para cambiar por si acaso, porque aunque no está doblado no me apetece que del golpe un día por un bache dé con mis dientes en el suelo porque se parta, el sillín está reventado y puede, digo puede, que lo aguante, pero lo peor es el cambio, que se ha roto y eso no es moco de pavo. Aquí van a caer euros por doquier. Y esto es como un hijo, si hay que soltar la mosca, se suelta.

Con este piñete las batallitas se declaran de baja por prescripción médica hasta nueva orden, porque el parte de la doctora Garcia añade: "Reposo relativo". Lo de reposo lo entiendo, lo de relativo haré como que no lo he leido, porque si no me pasaré el reposo por el arco del triunfo, y tampoco es plan. Además, la cadera me duele bastante al apoyar, así es que tendré que reposar absolutamente, y no relativamente. Al menos, una semana, o mientras mi niña esté ingresada.

Y acabo con unos apuntes: Es la primera vez en mi vida que me atiende una médico más joven que yo. Y eso, en cuatro horas de hospital, me dio que pensar. Por no aburrirme... Y por último, una palabra a la guarda de seguridad del hospital: imbécil. Por impedirme dejar la bici en un sitio apartado de la entrada del hospital, sin que molestara a nadie y ni siquiera fuera un incordio visual. Esta es la cultura de bicicleta que hay en este país de mierda apestado de coches. Como diría Groucho: "Más párquins subterráneos".

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando uno es tan burro que se pone las anteojeras y quiere conseguir el objetivo trazado lo consigue a pesar de dificultades. Me explico: Me dejó ir a clase de violín, no quiso que fuera a Xàtiva, ni volvión con su Pepa siguió "palante" hasta casa sus padres en tren. No es más bruto porque no se entrena. Rafa Mora Galiana ( su padre)

Anónimo dijo...

Lo de caerse de la bici o bajarse artísticamente, según se mire, parece que se está convirtiendo en tradición familiar.
Ahora bien, lo llevais con mucha elegancia y sentido del humor.
Ánimo y buenas pelis para el reposo.
Saludos.(La casa de acogida en Alemania. Mannheim)
Pd: Pobre perro...

Daniel dijo...

Joé Rafa que nos vimos este fin de semana y estabas muy bien. Ya te lo dije, ¡el deporte no es sano! Cuidaté aunque no puedas sentarte sobre el lado derecho. Sarna con gusto...
Cariños desde Barcelona.

Anónimo dijo...

Ara ja tens ferides de guerra, benvingut al Club, perdries eixa batalla, pero no perdrem la guerra.

manuel dijo...

Jolín, admiro el humor con el que describes tu aventura del perro, la bici y el vuelo. Adelante.

Anónimo dijo...

¿Y el perro? Por lo que se deduce de tus palabras le partiste el espinazo.

Anónimo dijo...

Imagino que a propósito de esto y de lo de Mía, el otro día soñé que Buster se caía por un barranco y que...en fin, que me desperté llorando. Rafa no tuvo la culpa porque no lo vio pero el pobre animalito tampoco. La culpa del dueño -si es que existe- por no controlar sus movimientos. Mi cuñado, mi primo Jorge y un compañero de trabajo han adoptado perros cuyo único destino era el de la cuneta, el de la inyección o el del estrangulamiento (sobre lo que prefiero ni pensar). Si Rafa ama a los animales y no lo pudo evitar, imaginaos al mascachapas a 200 km/h por una carretera local. ¿Un perro? Para qué voy a frenar, uno menos. Un beso para Rafa. Su hermana María.

Anónimo dijo...

Vergonzoso, indignante, lamentable, triste, bochornoso, deplorable, desolador, patético, penoso, tétrico, ignominioso, humillante, escandaloso, deprimente, infausto... ¿Cómo puedes escribir omoplato (u omóplato) con hache???? Jenaro

Anónimo dijo...

no soy médico y me esfuerzo en demostrar que tengo los mismos estudios que tú, Jenaro. ¿Lo tienes claro?
Rafeeeel