28 abril 2008

Con la venia de mi cadera, vuelven las batallitas

Una vez que la cadera me ha dejado apretar el acelerador en la bici –en la medida en que esto es posible-, he empezado a dar pedales y de la mejor manera posible. Es decir, he empezado en Valencia, en el llano.
Nos tocaba otros días libres en Andorra, pero me temí lo peor cuando el mismo domingo nevaba como si fuera enero, estando como estamos al borde del mes de mayo. Y hay cosas que si, que vale, y hay otras que no, que no. Así es que insistí en que debíamos volver a Valencia. Unos días. Lo que fuera. Mi preparación para la Quebrantahuesos y la Marmotte es nefasta a estas alturas y esos exámenes los voy a suspender de calle si no me pongo las pilas. Así es que me llevé la mountain bike. Lo único que me queda, porque la de carretera sigue ingresada.

Hice bici de lunes a jueves en la Comunitat y luego viernes y domingo ya en Andorra. Lo mejor fue el martes con Luis: subimos el Pico de l’Àguila como en los viejos tiempos. A este chico le debo mucho más de lo que él cree, porque esta salida ha anulado la derrota mental que arrastraba. Esos 110 kilómetros me han salvado. Luego el martes cayó una salida a Cullera con Patxi y Paquito, en un día entre semana en que los dos hicieron triquiñuelas en los respectivos trabajos para poder salir en bici conmigo. Desde aquí, un agradecimiento enorme porque creo que lo pasamos muy bien (ver foto de arriba).

Y luego jueves, cuando desde Ontinyent me fui todo por montaña a la Cava Arquejada de Agres, la Cava Gran también conocida. Quise subir allí yendo por la Senda d’Enginyers (foto de la bici cruzada, abajo), mítica ella, porque me apetecía hacer aquí en el blog un homenaje a la gente que me ha querido de Ontinyent y los que me han enseñado todo lo que sus montañas albergan. Bajitas ellas, con permiso. Paz, sol, vegetación, vistas... Un gusto. Ellos son los veintipico tios de La Penya, un grupete de amigos dispersos por Ontinyent, Alicante, Valencia, Irlanda y Andorra. Es un grupo inmenso. Algunos ya son padres e incluso huele que lo serán a pares, y desde aquí también un enorme abrazo a sus criaturas, que no saben en qué lío se han metido...


También quisiera enviarle un abrazo a un amiguete del Super, Bruno, por lo que él ya sabe, y otro a Juanje y Begoña, porque estando allá arriba me acordé de ellos. En lo alto ni siquiera el cielo se nos puede caer sobre nuestras cabezas.

Y aquí un botón de la Cava para dejaros con algo mejor que la imagen de un ciclista loco.

Un abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres tot un crack. Pero com els grans periodistes has fet un fallet, si que hem anat junts al Montcabrer, fins el pic i amb els teua amics de Valencia, pero aiso algun dia es te que repetir desde baix del tot. Em vaig enterar tard de que estaves a Onti i em va saber molt de mal no voret pero que sapigues que sempre men recorde de tu. Un abraç i records per la Pepa i ens vejem prompte.

Anónimo dijo...

és cert, amb Altarriba, Vania... va ser el dia que vam estrenar el Seat Ibiza, que ens van dir que no el cremàrem de primeres i el vam pujar a la cava. Ara, afortunadament, els cotxes no poden passar.
Salut, amic!!