11 febrero 2012

Me he enamorado

Enamorarse es tan fácil... Yo lo estoy de mi profesión, y arriba un botón, en plena actividad en la sala de prensa de la Copa del Mundo de esquí alpino que estos días acoge Soldeu (Andorra). También estoy enamorado, por supuesto, de mi mujer -huelga decirlo, pero por si acaso-, aunque cada día me enamoro de alguna otra mujer. Eso es así. La veo y digo, esta es la del amor de hoy. Y claro, el circo blanco de la Copa del Mundo mueve unos monumentos a los que uno no puede dejar de admirar. Oigan, que mirando al suelo no puedo ir. 
Una de ellas se llama Frida Hansdotter, es sueca y es la de la izquierda de esta foto. Una cosa de otro planeta. Y diréis, es que es sueca. Pues no, porque pese al landismo y a los Ozores, no es oro todo lo que reluce allá por Suecia. De hecho, de las esquiadoras de ese país, ninguna me ha parecido nada del otro jueves. Pero Frida... madre del amor hermoso que baje dios y lo vea. Eso no es una preciosidad, eso es un escándalo y un monumento a la belleza. Y punto.

Ahora bien, mañana, que es el último día de Copa del Mundo, le intentaré hacer una foto a una morena andorrana, tal vez catalana, con unos ojos negros de caerse de culo y un pelo precioso, que te sonríe y te dan ganas de decirle a todo que sí. Aunque yo, que soy de la vieja escuela, tendré ojos para muchas, pero el corazón para una sola. Ahí queda eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta que mi marido se enamore. Jejejeje!

Pepa