28 marzo 2011
¿Nos toman por imbéciles?
26 marzo 2011
Arcadi Alibés y sus maratones olímpicas

Hace unos días, con motivo de la llegada de la Volta a Catalunya a Andorra, pude hablar con él.
¿Por qué este reto de las maratones olímpicas?
Se me ocurrió que podría hacerlo, que era ponerse metas como quien se pone objetivos de bajar el crono o quiere hacer tantas carreras al año o lo que sea. Pensé que una manera de motivarme sería hacer todas esas maratones olímpicas.
¿Intuyo que no busca un crono específico?
No, claro, ya no tengo edad. Con 51 años no puedo rebajar marca, seguro. Con el paso de los años buscas otros objetivos. Ahora sabes que correr como antes es imposible, pero te buscas otras cosas, como mejorar la marca de cada año, por ejemplo.
¿Cómo lo hace para poder correr todas las maratones olímpicas?
He tenido que hacer optimización de viajes, es decir, por ejemplo cuando corrí en Melbourne pues aproveché para correr en Sidney. Son ya muchos años haciendo esto.
En tu vida has corrido 106 maratones, esta temporada han sido cuatro -Estambul, Nueva York, Tokio y Barcelona-, ¿qué le dirías a la gente que no entiende por qué se hace tanto deporte?
Lo importante es sentirse bien con uno mismo. Hacer deporte a mí y a todos los que lo hacemos nos aporta eso. Buscamos objetivos y motivaciones y pienso que también es un trabajo de salud, físico y mental, simplemente hay que ponerse a correr, y ya está.Arcadi Alibés debutó en una maratón en Nueva York en 1983 y con 24 años y un tiempo más que discreto de 4h 22min 21s. La última donde ha participado este 2011 fue en Barcelona, con un crono de 3h 54min 15s. Justo una semana antes de la maratón de la capital catalana, Arcadi disputó la de Tokio (en la imagen) en 3h 28min 23s, y cabe decir que la carrera nipona fue apenas nueve días antes del fatídico terremoto y el posterior tsunami y todo lo que sigue. El mejor tiempo que tiene en una maratón lo consiguió en Sevilla, en 1994: 2h 53min 06s, con 34 años.
Más información sobre su reto olímpico, en su pàgina web: http://www.arcadialibes.ppcc.cat/
Además de fotos, hay crónicas de sus carreras. También ha publicado el libro "Córrer per ser feliç: 42motius i 195 raons per córrer". Nota: Fotografías extraídas de la web http://www.arcadialibes.ppcc.cat
23 marzo 2011
Carretero a tus carretas


La senda dirección a la Cova Negra y Bellús, desde Xàtiva.
Tal cual. Curva peraltada a izquierdas, después de un pequeño descenso que te impulsa, y zasca, quitas un pie porque lo ves claro, saltas por encima de la bici porque ya estás cayendo, pones las manos por delante para agarrarte a lo primero que puedas y, como fue el caso, caes en un zarzal hermoso y bien formado. Uy, ay, uf, ¡mierda!

Heme aquí cual carretero, envuelto en una hermosa mata de pinchos.
El resultado es que la bici se queda arriba, que tú estás abajo, que das gracias porque desde donde tu cuerpo ha parado de caer hasta el río Albaida hay aún bastante trecho y tienes los pies clavados en algún sitio que te sujeta, y entonces lo normal, que sería pensar primero en cómo salir de allí, se convierte extrañamente en sacar el móvil y hacer una foto al momento. Qué estupidez.
Estupidez o no, el caso es que si no fuera por estas fotos, no estaríamos aquí ahora soltando una sonrisa y pensando en lo enfermo y divertido que es el tío Rafeta. No piensan lo mismo mis heridas, pero todas ellas ya están desapareciendo. Así que calma y buen humor o, mejor dicho, carretera y manta.
21 marzo 2011
Concepto de hostilidades

Carlos, Luis, Paco y yo nos acoplamos al grupo, y dirección a Cullera la propuesta es ir a relevos cortos. Cortos, pero intensos: a 36 por hora, a 38, a 40 en ocasiones, con una media al llegar al final de 31,5. Se nota falta de práctica en eso de los relevos en muchos de los jóvenes triatletas, pero precisamente por ello se hizo aquel ejercicio, para ir aprendiendo. Al final, somos cinco o seis de un grupo mucho más amplio los que vamos pasando. Jordi, Miguel, Raúl, Carlos, Luis y yo, con alguna ayuda de Fede, Tello, Paco, Alfredo, Julio o Quique.
A la vuelta, la guinda. Miguel explica el plan de hostilidades: A cada uno se le asigna una pareja, que viene a ser un rival, y un punto de meta (el mirador de la Albufera), y allí se ha de llegar por delante del que te han asignado. De compañerismo, nada. Me toca el hueso duro: Raúl. Todos empezamos a mirar a nuestro respectivo 'compi' de reojo... ¡Chin, chan! Se afilan cuchillos.
En los primeros compases, Miguel da ejemplo e inicia la guerra intentando huir de Jordi, su rival. Raúl y yo saltamos a todo como si no quedaran kilómetros por delante hasta que el sevillano lanza un hachazo inmenso, demoledor, grandioso, inalcanzable. Quedan unos 20km y se va solo, Miguel me mira, le miro, pero ninguno nos atrevemos a ir a buscarlo, y le digo que tranquilo, que al final caerá. Panorámix es mi responsabilidad, mi rival, pero tengo que medir bien los tiempos. En realidad, no me quedaba aliento. Sin embargo, poco a poco le empezamos a recortar distancia y lo cogemos, y entonces propongo irnos los tres por delante del gran grupo, que está a unos 20 metros por detrás. Los relevos empiezan bien, pero en seguida queda claro que las fuerzas van justas porque Miguel, eso sí, muy educadamente, se salta su turno: "Raúl, pasa tú", se oye. Con esas, nos alcanza el pelotón.
El ritmo se aumenta a 36, a 38, y aunque decido jugármela en cabeza remando como un poseso, no consigo hacer ningún daño. "A 37 por hora ya no se queda nadie yendo a grupo", dijo después Raúl. Cierto.

Carlos y Raúl, en primer plano, al pasar Pinedo.
Al girarme de nuevo, veo a Luis en cabeza de pelotón, que va a por mí. Sigo dándolo todo, cada pedalada es como un palazo que me cuesta, pero sé que les está costando cogerme. Justo al llegar a la rotonda, nos cazan a mí y a Quique, y justo en ese instante, Raúl, que sabe que atacar a tu rival cuando va escapado y le cazas es el mejor momento, suelta lastre.

El grupo, con mi casco en primer plano ocupando más espacio del necesario en la foto.
Es otro ataque infernal del genio de las Navas. Me deja reventado, pero al salir de la rotonda lucho por coger ritmo. Jordi me pasa por fuera y me intento enganchar a su rueda, mientras Carlos se va a por Raúl con facilidad. Si hacen dúo, se me irán, pienso, pero la ayuda de Jordi es clave para cogerles. Al agruparnos, Fede me pregunta cuánto nos queda. Por señas le pido unos segundos para recuperarme, le digo cuando puedo que unos 5 kilómetros y de nuevo volvemos a los ataques sin cuartel. Entonces sale por la izquierda el típico convidado de piedra, un desconocido que nadie sabe de dónde ha salido. Se va solo aquel sin nombre y entre los intentos de ir a por él -¿alguien se preguntó por qué?-, nos quedamos delante Raúl, Quique y yo. Quique vuelve a disculparse por no dar relevos, aunque se ofrece un par de veces, y Raúl y yo, a menos de 3 kilómetros del punto de meta, nos obligamos a darlo todo para que el pelotón no nos coja.
La lucha es desigual, tres contra diez, pero el terreno que queda nos permite seguir luchando. Luis, Carlos, Miguel, Jordi, todos tiran por detrás, y cada vez que nos giramos les vemos un pelín más cerca. "Venga, que llegamos", "rápido, que nos tienen a tiro", "vamos, un poco más", nos vamos diciendo sin resuello... Llegamos al puente que anuncia el mirador de la Albufera justo cuando cogemos al ciclista sin nombre que se nos había ido; punto y final de las cuchilladas, y suspiramos. Pese a conseguir llegar por delante del grupo, no logramos separarnos Raúl de Rafa ni Rafa de Raúl. Aun así, este es el concepto de hostilidades.
Nota: Esta crónica está narrada desde mi punto de vista. No estuve en los demás ataques y por tanto desconozco qué fue pasando con exactitud. Se aceptan narraciones paralelas.
17 marzo 2011
¿Qué piensa la rueda de delante de Raúl?

He intentado soltarlo de mil maneras. Un ataque fuerte que me ha hecho más daño a mí que a él; un ataque sostenido que no ha dado resultado; un ataque corto en plena curva dura para ver cómo reaccionaba; un ataque en cada uno de los descansos donde podía poner el plato grande... Nada. Imposible. En todos, su rueda de delante seguía impertérrita.
Una imagen para ilustrar
Miraba hacia atrás en las curvas e intuía su chaleco amarillo justo detrás. Ojeaba por debajo de mis piernas mientras balanceaba para sortear el viento que se me ponía delante como una pared, y veía su rueda. Su rueda... No podía abrir ni un hueco de medio metro, no le veía la cara, no sabía cómo iba, sólo tenía dos datos: sus soplidos y su rueda.
Los soplidos me aportaban tanta información a mí como los míos a él. Es decir, íbamos al límite. Nada más. Su rueda me decía que tenía fuerza. Al pasar Gátova, en las rampas duras, he pensado en lanzar el último cartucho, a 3 kilómetros de la cima. Ha sido un ataque de poca monta, y ni siquiera se ha movido. Seguía firme a menos de un palmo de mí. Su rueda delantera acuchillando la mía trasera. Agarrapateado. Por un momento he pensado que me atacaría. Finalmente, para mi sorpresa, después de las rampas duras he vuelto a balancear, más para no perder el ritmo contra el viento que para atacar, y entre mis piernas he visto que su rueda de delante se separaba. Ha sido un segundo, menos, pero lo suficiente para sentarme, girarme y verle la cara, ahora sí, y oírlo. "Voy fundido".Ya era mío. Ha caído por insistencia, por acoso y derribo. Qué gran rival, cuánto me hace sufrir y cuánto aprendo con él. Raúl López Grueso, gracias por ser hoy mi garrapata. Tu rueda decía muchas cosas.
16 marzo 2011
Valientes

Patxi, a pocos metros de coronar el Portitxol.
Los cuatro acabaron muy cansados, pero con el paso de los días, sin ni siquiera habérselo preguntado, sé que están muy satisfechos. Atrás quedan los dolores de piernas.
Samu, en la cima del puerto, y sonriendo.
Les esperan nuevos retos y nuevas batallas contra sí mismos, que es al fin y al cabo en lo que consiste esto de los duatlones y los triatlones.
Javi Bellvis, demostrando que cada vez va a más.
Yo les animo a continuar luchando y sobre todo a seguir disfrutando. El sufrimiento siempre tiene premio, y la satisfacción de acabar cada carrera no tiene precio.

Javi Borso, este hombre es todo valentía.
Nota: Las imágenes de esta entrada son propiedad de José Miguel Manzaneque, están extraídas de un álbum Picasa y he intentado pedir permiso para su publicación, sin que lo haya conseguido pues no había ningún dato para poder contactar. En todo caso, si fuera necesario, estoy en condición de borrarlas y destruírlas si el autor de las mismas así lo considera oportuno. Mi dirección es dameunrelevo@yahoo.es.
14 marzo 2011
Retorno fallero




12 marzo 2011
Frenético descenso
04 marzo 2011
Las caras del 'glober'
Hoy he vuelto a caer en la trampa, pero el desenlace ha sido otro. Había cinco ciclistas semipros y un 'glober' (¡hola!). Íbamos hacia la Seu d'Urgell pero un nubarrón nos ha puesto el miedo en el cuerpo y hemos dado la vuelta para ir a la subida a Os de Civís, donde se veía claro el cielo. En el llano les aguanto (creo), pero subiendo es imposible. Ha sido, pues, una salida que se resume con las caras del 'glober'.



Me esperaron arriba. En el descenso también me quedé, pero aquí no tengo ya que explicarle a nadie mi miedo para sortear curvas (seguro que en este punto del relato, Andy se ríe... ¡como si lo viera!). 'Globers' somos, 'globers' moriremos. ¡Orgullo 'glober'!
PD: Como además de 'glober' soy un orgulloso, al llegar a casa después de los 35km totales me he ido a correr media hora. La vuelta a Encamp. Y encima he disfrutado, seré imbécil...
02 marzo 2011
Afilando el cuchillo jamonero




Huelga decir que todas estas salidas suman, y que cuando baje a Valencia de nuevo, lo haré otra vez con el cuchillo de pirata entre los dientes. Porque es la vidilla, y porque no le daré el gusto a más de uno de dejarme atrás. En Andorra es otra cosa: a los toretes ni les intuyo el culo a lo lejos. Es otra liga.