Me llamo como mi padre, y aunque sea mala suerte, los dos también como un tipo que sale por la tele y que debe de ser de los que crean chascarrillos de tres al cuarto megainteresantes de la muerte con frases del tipo "Estoy acostumbrado a que toda la vida me vengan todas las tías detrás", o "Me está pesando un poquito este físico, la verdad, y por un minuto me gustaría ser feo, en serio". No voy a entrar en el análisis del tema profundísimo de su discurso, el cual no me interesa, sino en la anécdota que nos surge por llamarnos Rafa Mora.
Mis padres llegan al aeropuerto de Valencia después de unas vacaciones en Roma, felices, encantados de la vida. Han pasado unos días de ensueño entre tanta piedra vieja y tanta historia y tanto arte. Llego a Valencia hoy y me cuentan el periplo, lo que han visto, dónde han ido, el Circo, Marco Aurelio, Trajano, la Fontana de Trevi, el Vaticano y sus excesos... de todo un poco. De repente, surge la anécdota, la salsa de la vida. Ellos sonríen acelerados, "espera, espera", buscan las maletas y yo no doy crédito: "Capullín", "Marica ciclao". Y entonces me parto de risa.
Querido empleado del aeropuerto de Manises: Es una pena que se te ocurra garabatear un par de maletas porque en ellas se identifique Rafa Mora como manda la normativa aeroportuaria para cada pasajero que facture, y tú, hecho un visionario, deduzcas a la ligera que serán de tu ídolo de masas. Sin embargo, y pese al desaguisado en los exteriores del equipaje, hemos de agradecerte que nos permitas tener estos momentos de gran divertimento. La queja a la empresa de turno encargada de la manipulación de la carga del avión está formulada, y no creo que te den un toque ni sepan quién eres, pero que sepas que, como gracia, está bien, en verdad. A partir de ahora, en caso de hacer un viaje vía aérea, facturará quien nos acompañe, aunque, siceramente, espero el momento en que sea Buster, nuestro perro, quien ponga el nombre. Tal vez se te ocurra una gracia y escribas: "Maquinista de la general cara sapo", o "Mudito". Sería estupendo. Un abrazo enorme de Rafa Mora, hijo de Rafa Mora, el afectado y ultrajado.
Huelga decir que, de un tiempo a esta parte, padre e hijo hemos vivido alguna anécdota con el mentado Rafa Mora "capullín" y "marica ciclao" de por medio, además por ser los dos valencianos como él, pero esta es, sin ninguna duda, la mejor. Puestos a darle al bombo, aprovecho para añadir la web de otro Rafa Mora, compositor y poeta (http://www.rafamora.net/), que tampoco nada tiene que ver con nosotros, ni supongo que con el televisivo y deshidratado: "Mi récord sexual son 10 polvos en una noche", ha dicho alguna vez. No le quedará ni sudor, al tipo.