Siempre que hay visita, hay batalla. En este caso, pese al mal tiempo, hicimos buenas salidas. Probamos las raquetas, la nieve virgen, vimos el llac d'Engolasters congelado y gris, nevando, probamos la dureza del hielo y les dijimos adiós a las temidas cornisas. Xurro, Boli y yo hicimos lo que debimos. Disfrutar.
¡NO MATARÁS! URGE UN DIÁLOGO INTER-RELIGIOSO
Hace 3 semanas
1 comentario:
Vaya tres, disfrutasteis como niños, bueno los niños no se tiran asi por las montañas nevadas.
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