No hay nada como el frío, como ese viento helado que te estira la piel de la cara, como esa sensación de tener petrificados los dedos de los pies, o esa otra en la que las manos no sienten el manillar. Todo eso queda mucho mejor si además nos llueve, o tal vez con suerte nos nieve, y así seremos un pequeño cubito de hielo, con un poco de insistencia, por las carreteras. Tan majos.
Como el patio está que arde -ojo a la estúpida broma-, hay que buscar alternativas, y entre ellas siempre queda el gimnasio. Pero no es el menda un tipo de cuatro paredes, y aunque sea mirando a lontananza y bajo el inmenso cielo, hay que encontrar la solución. Un rodillo y un mp3, y un saco de paciencia como de aquí a Lima, y entonces podemos pensar, que tal vez después de una hora, hayamos sudado algo. Aunque sea en las partes nobles.
3 comentarios:
Como me ha alegrado esta entrada!!
"si nos llueve o nos nieva"
"que nos llueva o nos nieve"
Dale, dale, que cuando vengas por Valencia tenemos que poner en marcha esa bici!
Publicar un comentario