A veces vas por la calle y te encuentras cosas curiosas. Tengo varias registradas y muchas más en mente que recuerdo de otros tantos lugares. Desde aquel "pulsar paver precio" en una máquina de bebidas en una aldea a mitad del Camino de Santiago, a esta que hoy os enseño. Os pongo en situación: Altea, pueblo costero, turístico, mediterráneo, ingleses, alemanes y holandeses por doquier, pueblo de la comarca de la Marina, montañosa, rugosa, de sube y bajas infinitos. Entre sus calles, un cartel:
Bien mirado, han estado finos, porque siempre podían haber sido más explícitos. "La puta cuesta de los cojones", y con perdón, hubiese sido demasiado fuerte, pero no menos curioso.
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Hace 3 semanas
1 comentario:
con la que esta cayendo ...no nos viene mal un poco de humor.
En valencia tendriamos que salir a la calle y reirnos un poco ya que lo que ocurre dentro de los despachos es para llorar.
Anímanos algo que estamos fatal con tanta porquería.
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