Jordi y Yolanda decidieron un día sorprendrernos y adoptarla. La pobre viene de familia chunga, con un pasado triste pese a su corta edad, y con una depresión de caballo -de perro, más bien- que poco a poco mi primo y mi prima (prima, sí, Yolanda) consiguen minimizar con su cariño. Buba responde con afecto, con nobleza de perra agradecida, se siente querida y empieza a disfrutar de lo que se le da. Buenos paseos, buenas caricias, buenos premios culinarios, voces de cariño y de amor. Buba ha llenado la casa de mis primos, y la de mis tíos, que han pasado del miedo a un perro a acogerlo en su casa como si fuera la vuelta del hijo pródigo. Todo amor. Maravilloso.
Buba sonríe ya, y por eso responde con su alegría y con alguna que otra ventosidad que hace que, a su alrededor, de vez en cuando, sólo de vez en cuando, se haga el vacío. Mientras el metano se mantiene guardado, sigue rodeada de amor, de cariño y de la paz que antes no tuvo. Bienvenida.
5 comentarios:
La pequeña de la casa.
Con lo maja que es y lo malos que son aquellos que desprecian y maltratan a un animal, como le ocurrió a la pobre. Menos mal que queda gente como Jorge y Yolanda.
¡¡¡GUAU!!!
Muy bien, pero que perro más feo.
no estoy de acuerdo, porque la fealdad está en el interior, y esta perra si algo es es guapa.
no estoy de acuerdo, porque la fealdad está en el interior, y esta perra si algo es es guapa.
A ver, que el perro de cada uno es el más guapo de todos y para Jorge y Yolanda Buba es la más guapa de Ontinyent y de parte de la contornada. Eso sí, el más guapo del mundo es Buster...y no lo digo porque sea el mío...no, no, objetivamente...jeje.
Besos. María.
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