El pasado fin de semana se disputó el triatlón doble olímpico de Zarautz. Casi 3 kilómetros nadando, 80 en bici y 20 corriendo. Cansino pero pone los pelos de punta. Óscar, Zori y Jorge fueron allá entrenados y preparados. Óscar con el papel de mejorar respecto al año pasado (un cuarto de hora mejor, el muy bruto), Zori a poner los puntos sobre las íes (con rotura muscular incluida, un portento de la naturaleza, además siempre sonriendo en carrera...) y Jorge iba con el tembleque en las piernas del debutante (resultado dignísimo, papeleta salvada como un señor). Y a otra cosa, ahora les espera La Marmotte...
Cuentan que la gente invade el paso del ciclista y le grita y le anima y casi sólo con eso se sube el rampón del 20% que hay en el recorrido, que cuando uno corre y oye su nombre y que le gritan y le dicen que siga, que vamos, que no decaiga, que mire para adelante y sufra un poco más, un poco más, ¡sólo un poco más!, y llegas a la meta con unos dolores que nunca tendrás pero con el corazón más grande y el alma más pura del mundo. Es el deporte, amigos. A mí me emociona.
Foto del público llenando las calles de Zarautz al paso de la carrera a pie. El año pasado, pese a la lluvia, allí no faltó nadie aplaudiendo y animando.
Un ciclista afronta la subida del 20% con el público volcado con él, al que no conocen pero respetan. Ojo a la implicación de la gente. ¡AUPA MUTILAK!, ¡AUPA NESKA! Dioooos, qué grande.
Jorge, en la transición para iniciar el sector de ciclismo. Su primer contacto con Zarautz, de diez.
Jorge, en la transición para iniciar el sector de ciclismo. Su primer contacto con Zarautz, de diez.
Óscar en plena carrera ciclista, soltando de rueda a la gente, y que hizo a una media superior a los 30 por hora.
1 comentario:
Jolín.
(María)
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