16 junio 2008

Cátaros: desconecta, siente, viaja, vive

La Ruta de los Cátaros. Mágica. Carretera y manta. Coge el coche y ándate con quien mejor te lleves por allí como si no tuvieras otra cosa que hacer. Desconecta. Léete sus historias, sus luchas, sus dimes y diretes. Pasa unos días de escándalo con ella, o con él, tu compañía. Y con ellos. Los cátaros. Pasa por sus pasos, sus acantilados, sus montañas, sus escondites.


Castillos derruidos. Poco que ver y mucho. Piedra vieja (me encanta), olor a historia, aire puro en el prepirineo francés. Francia. Lluvia, sol, viento. Todo. Espadas en el aire, catapultas y marmitas de aceite que cae desde lo alto de los muros, al grito de "a mí" el soldado que defiende a su señor, su pueblo, su manera de pensar. Los cátaros.





Y con ella, mi maja vestida (desnuda siempre), la Pepa, la loca. Ella. Andando por aquella senda que da a la cima, al castillo de Queribus, al de Castres, a los cuatro de Les Tours, incluso al de Carcassone, tan nuevo él, tan como fuera de lugar ante tanta ruina bella. La Pepa anda y cuenta la historia, lee, siente a aquel caballero que defendía aquello en lo que creía. Catarismo versus cristianismo. Lucha desigual, derrota clara, marca en los libros, en el verbo del pueblo, en la historia. La Inquisición, dicen, contra ellos nació. Mala saña.

14 junio 2008

La Penya en la marcha de BTT de Ontinyent

Estos son cuatro amigos de La Penya de Ontinyent, entre ellos mi primo Jordi (foto 3) y mi primo segundo o tercero Pablo Ferrero (foto 4), y por ende mi otro primo tercero o cuarto o quinto o sexto Manu Ferrero (foto 2), y ya puestos mi primo quincuagésimo sexto José Antonio Bonías (foto 1). El caso es que los cuatro participaron la semana pasada en la marcha de mountain bike de Ontinyent, por esos caminos que me enseñaron y que tantas veces he disfrutado.



El primero en meta debía haber sido, según los pronósticos, Bonías, pero el tío rompió una pieza de la bici fundamental para que esta chusque. Y si no chusca, hay que ir a pie. Así es que se retiró. La posición final tampoco era importante.






El próximo año me he comprometido a hacerla con ellos, porque así haremos algo de batalla haciendo equipo para ganar al Boni, que todos dicen que está muy fuerte y que hace dieta y come lo que tiene que comer y, eso sí, también bebe lo que tiene que beber.

Y bueno, como los echo de menos a todos, pues desde aquí un abrazo. A ver si ahora se cargan las bicis a los coches y se vienen a Andorra a hacer descensos. Aunque yo los vea desde la barrera...



También quisiera mostrar mi agradecimiento por la convocatoria de aquel almuerzo de bar 'made in Ontinyent' que organizamos y al que acudió mucha gente de La Penya, de tal forma que pude estar con la gente que me ha hecho querer una tierra que seguiré conociendo con la bici o sin ella. Porque es fantástica.

11 junio 2008

Dani, gente que mueve el mundo

Dani Ruiz, ese amigo del alma y de toda la vida que tanto quiero y que vive y trabaja de anestesista en Barcelona estuvo hace unos diez días en Mauritania. Él nos explica qué hizo allí: "Para quien no lo sepa, estuve 12 días en Noadibou, en una misión consistente en operar cataratas (yo hacía la anestesia, lógicamente, aunque también he hecho de celador, enfermero, auxiliar, técnico, médico general, fotógrafo...) al máximo número de gente posible, sin parar, de ocho de la mañana a diez de la noche. Una experiencia muy gratificante. No diré que me cambió la vida, pero sí que al volver aprendes a relativizar mucho las cosas, sobre todo cuando te tratan con la hospitalidad con la que me han tratado sin tener casi de nada".



Aquí os dejo el enlace que ha enviado Dani con las fotos. Él dice que son muchas, porque no las ha ordenado, pero a los que les interese les dará igual que sean muchas que pocas. Ah, por cierto, Dani avisa que hay "alguna foto de algún ojo de cerca, previo a operar, no apta para personas poco habituadas al tema quirúrgico". Y añade el anestesista, amigo y, qué coño, casi un hermano, que hay "muchas fotos de gente, claro...". La gente, la buena gente, mueve el mundo. Gente como Dani.

10 junio 2008

El serrucho de la Superespadán


Menudo serrucho. 178 kms, una media de 22,7 por hora, 14 puertos de montaña. La Superespadán. Una ruta espectacular y dura por la Sierra de Espadán de Castellón, una salida en bici que es ya tradición y que a todos nos pone a tono para la gran cita de la Quebrantahuesos. Fondo, resistencia, administración de la comida y la bebida, control de descensos y de las fuerzas, moderación, responsabilidad. Todo en una etapa mítica y gigantesca que nos permite afrontar con garantías el objetivo que nos hemos marcado. El viaje a Valencia de la pasada semana dio para esto y mucho más. Fuimos Alberto Medina, Andy Foster, Carlos Fides, Diego Cuesta y yo. Todos de La Naranja Mecánica. Todos estaremos en la Quebrantahuesos, el 21 de junio. Alea jacta est.

09 junio 2008

Me ha hecho...


No sé si me meteré en un lío publicando esto, pero es que me ha hecho mucha gracia, me ha hecho reflexionar, me ha hecho sonreír, me ha hecho abrir la mente. Esa es la esencia del chiste gráfico. Grande.

05 junio 2008

El recuerdo de Oliva 2007




La semana pasada fue el triatlón de Valencia, que creo que fue olímpico, y me dio envidia y rabia por no poder hacerlo. Son 1,5 kms nadando, 40 en bici y 10 corriendo. Esta cita deportiva y la envidia que me corroe me han hecho recordar el día que me estrené con un triatlón de distancia olímpica, el pasado 2007 en Oliva.



Recuerdo cómo sufrí en el agua, cómo disfruté con la bici y cómo intenté aguantar el dolor global en la carrera a pie. Aquel día me acompañó mi Pepa, mi hermana María, mi cuñado Carlos y mi sobrino Pablo, que vino con pancarta y todo para animar a su tío, y del que pondría aquí un par de fotos que recuerdo con cariño, pero como esto es internet y él menor de edad, no me atrevo.

03 junio 2008

A pasar calor de una puñetera vez

Estoy contento por dos cosas. La primera porque ha sido el primer día que he andado por Andorra con camiseta, aunque cuando corría algo de aire me ponía la sudadera cagando leches. Y la segunda porque nos vamos esta semana a Valencia, y me llevo los pantalones cortos y no me llevo la chaqueta de invierno de la bici, ni los guantes, ni las bragas del cuello ni nada. Aquí se queda el frío maldito y desolador.

Ayer lunes hice 143 kilómetros subiendo Sant Andreu, en España, un puerto de 20 kilómetros, para volver a Andorra y subir La Rabassa, puerto que subirá la Vuelta a España en septiembre, de 18 kilómetros, y aquí me llovió en la subida pero mucho más en la bajada, y cogí frío y me enfrié y me indigné mientras me helaba el viento en la cara y el pecho y las piernas mojadas porque pensaba que estaba en junio y que me cago en la mierda del frío que hasta casi en verano sigue presente en este minipaís. Luego en el puerto de la Comella, de 5 kilómetros, me dio el pajarón y me tuve que parar cuando vi que iba a 9 por hora y tenía 140 pulsaciones. Es decir, que me estaba durmiendo. Me senté en el arcén, comí, respiré, coroné como pude el kilómetro que me faltaba y le envié un mensaje a la Pepa: "Vine a per mi". Y vino. Mi luz.